Por: Alejandro Moreano
Hubo críticas a las primeras declaraciones de Fidel Castro que no condenaban la represión de Kadafi. Pero, entonces, hace más de un mes, y gracias a su enorme experiencia, advirtió el contenido central del proceso y de la ofensiva mediática imperial: la justificación para una agresión militar de Libia. Los hechos le han dado la razón.
El 30 de diciembre de 1935 a las 14:45, después de un viaje de 19 horas y 38 minutos en un Caudron C-630 Simoun n7041, Antoine de Saint-Exupery y Andre Prevot tuvieron un aterrizaje forzoso en la parte libia del desierto del Sáhara, camino a Saigón para batir un record por un premio de 150,000 francos. Fue allí que, deshidratado y a la deriva, sin ningún sentido de la ubicación, tuvo las alucinaciones que le sirvieron de fabula para El Principito¿Habrá imaginado Saint-Exupery que 40 o 50 años después el desierto libio, tan vacío e inhóspito a sus ojos, sería uno de los lugares más ricos de la tierra?